En un sábado en el que no participaron motos ni quads para beneficiar a los pilotos con una jornada de descanso, el piloto local Yazeed Al Rajhi (Overdrive Racing) se quedó con la séptima etapa del Rally Dakar de Arabia Saudita entre la capital Riyadh y Al Duwadimi.
El vencedor recorrió los 528 kilómetros del tramo (333km. de especial) con ventaja de 08m54s sobre el lituano Vaidotas Zala (Teltonika Racing) y 10m15s en relación al francés Guerlain Chicherit (GCK Motorsport), quienes completaron el podio.
El qatarí Nasser Al-Attiyah (Toyota Gazoo Racing), defensor del título y puntero en la clasificación general con más de una hora de ventaja, finalizó en el puesto 14 con un retraso de 19m12s.
El equipo Audi repitió un día malo tras el viernes negro con el abandono del francés Stéphane Peterhansel y el accidente del español Carlos Sainz.
El sueco Mattias Ekstrom, el único con posibilidades de buscar el triunfo en el rally, lideraba el parcial en el kilómetro 196 cuando sufrió la rotura de un neumático delantero obligó su detención.
En la división SSV, el argentino Jeremías González Ferioli (South Racing) avanzó un puesto en la tabla acumulada, del séptimo al sexto, tras clasificarse octavo en la séptima etapa. El cordobés se distancia a 51m20 del líder lituano Rokas Baciuska (Red Bull Can Am).
El octavo parcial del Dakar 2023 tendrá lugar este domingo con un recorrido de 823 kilómetros (346 cronometrados) entre Al Duwadimi y Riyadh, donde las máquinas permanecerán apagadas el lunes en la jornada de receso.
EN EL PUNTO DE MIRA
Las motos y los quads han tomado el enlace de Riyadh hasta Al Duwadimi, por una carretera de casi 500 kilómetros que esta vez han podido recorrer en seco. Para los coches y camiones, la especial de disputó un poco más al sur, donde se explayaron los expertos de la trayectoria y los cambios de ritmo. En pistas a veces arenosas y otras pedregosas, entre cañones y wadis, los pilotos más rápidos supieron sacar partido al recorrido. Por una vez, los copilotos tuvieron que asumir plenamente la tarea de la navegación, lo que habitualmente suelen hacer los motoristas. El contexto benefició en particular al supersónico Yazeed Al Rajhi, que salió muy atrás pero que consiguió llegar con el mejor registro de la jornada.
LO ESENCIAL El líder de la carrera salió del vivac de Riyadh con buen ánimo a pesar del despertar ultramañanero a las 4 de la mañana. Preocupado principalmente por la elección de la música que acompañaría a su story de Instagram del día, Nasser Al Attiyah se dirigió a la salida de la especial sabiendo que su ventaja de más de una hora en la clasificación general sobre Henk Lategan le ofrecía un escudo protector tan eficaz como el de Harry Potter. Sin embargo, no era cuestión de perder el tiempo y el qatarí aprovechó su posición de auténtico abridor, por no existir traza alguna de las motos, para que su copiloto Mathieu Baumel se pusiera las pilas. Cauteloso ante todo, Nasser dejó tranquilamente que su compañero de equipo Yazeed Al Rajhi le remontara 20 minutos. Yazeed domina un trío de fitipaldis que ya han perdido toda esperanza de obtener un buen resultado en la general. El saudí gana la cuarta etapa de su carrera, la tercera en casa, gracias a una conducción que ha sabido aprovechar las condiciones de su tardío puesto de salida (39ª posición). Sus dos perseguidores en la clasificación del día, Vaidotas Zala y Guerlain Chicherit, no han tenido esa ventaja, pero han exprimido al máximo sus dos Hunter para dar un poco de impulso al clan BRX. Inmediatamente después encontramos a un trío de pilotos sudafricanos que confirman una clara tendencia en la evolución del equilibrio de fuerzas en la disciplina (ver La actuación del día). El equipo Audi ha perdido su última oportunidad de subir al podio por los contratiempos de Mattias Ekström. La lucha por el título está mucho más reñida en la categoría T3, y los dos líderes de la categoría eran muy conscientes de la necesidad de preservar sus intereses en un itinerario complicado. A partir de ese momento, Guillaume De Mevius y Austin Jones se neutralizaron, por detrás del ganador de la etapa, Mitch Guthrie. El belga sigue teniendo las riendas de la carrera, con ocho minutos de ventaja sobre el estadounidense. Por otra parte, en la categoría SSV se produjo un cambio de líder, ya que Rodrigo Luppi de Oliveira (ver Un duro revés) cedió a regañadientes su puesto a Rokas Baciuska, vencedor de su tercera especial este año. El campeón del mundo se ve amenazado por Marek y Eryk Goczal, padre e hijo, ambos a menos de 7 minutos. Por último, Janus Van Kasteren se ha hecho un hueco en el club de los ganadores de etapa en la categoría de camiones, sin que por ello tiemble Ales Loprais, líder en lo alto de la jerarquía.Point sur les classements
LA ACTUACIÓN DEL DÍA
Sudáfrica tiene una relación especial con el Dakar. En 1992, Ciudad del Cabo fue la sede de la llegada de un insólito itinerario transafricano, imaginado inicialmente por Thierry Sabine antes de optar finalmente por un final en Dakar. En 1999, Alfie Cox arrasaba en motos y firmó 3 podios, incluido un 2º puesto en 2002. Al año siguiente, fue Giniel de Villiers quien participó en coches. Ese año, el ganador del Dakar 2009 participaba en su 20º Dakar. Terminó todos ellos menos uno entre los 10 primeros puestos. Fue un modelo para una nueva generación de pilotos y constructores. Los Toyota Gazoo Racing de Giniel de Villiers y Henk Lategan, así como el Century de Brian Baragwanath, son “made in Africa”, como dicen en su tierra. Y hoy, estos tres pilotos ocupan los puestos 4º a 6º. Henk Lategan ha estado en el Top 6 de cada etapa durante los últimos 4 días en su 3er Dakar. Henk es además el perseguidor más directo de Nasser Al Attiyah en la clasificación general. Sudáfrica es la nación que domina este inicio del Dakar con 3 tripulaciones en el Top 10 y 3 coches 100% sudafricanos en el podio provisional de la jornada.
UN DURO REVÉS
Rodrigo Luppi de Oliveira, que participa en su segundo Dakar y que ya estuvo un día en cabeza de la general tras ganar una etapa en enero de 2022, ha progresado mucho. Esta vez, la estancia del brasileño en lo más alto de la jerarquía de la T4 duró cuatro días. Pero en el km 161 de la especial, un pinchazo acompañado de complicaciones obligó al líder de la categoría a detenerse durante unos 20 minutos, a lo que siguió una lenta progresión hasta el final de la especial, donde el déficit registrado fue de 40 minutos sobre Rokas Baciuska, ganador de la etapa y nuevo líder. El desplome de Rodrigo le relega al 5º puesto, pero sigue en carrera, a 20′ del joven lituano. El piloto de South Racing también puede estar contento con el buen comportamiento de su hijo Bruno, de 18 años, que le sigue inmediatamente en el cómputo general, 6º a 1h55′ de Baciuska.Toutes les réactions
EL DATO DEL DÍA: 3 La categoría de camiones vive un periodo de renacimiento que contrasta con el dominio de los vehículos rusos durante los últimos años. Lógicamente, hay muchos candidatos a la sucesión, empezando por el ganador del día, Janus Van Kasteren, 5º el año pasado. El piloto neerlandés consigue su primer scratch y entra así en las estadísticas. Aún mejor, la categoría acoge este año a tres nuevos ganadores que representan el futuro. Además de Van Kasteren, estrella emergente de De Rooy, están Mitchel Van Den Brink, que acaba de batir el récord del ganador más joven en la categoría de camiones, con solo 20 años, y Gert Huzink, al volante de un camión híbrido Renault.
W2RC: Al Attiyah y Baciuska mandan en la carrera
En ausencia de sus homólogos en motos y quads, Nasser Al Attiyah ha controlado la primera manga con una ventaja de casi dos horas sobre Sébastien Loeb, su rival más cercano en W2RC. En T3, Austin Jones, sexto del día, se mantiene firme en el liderato del Dakar. En T4, Rodrigo Luppi de Oliveira pierde el liderato de la general y el del campeonato (ver Un duro revés). Rokas Baciuska, el vigente campeón, ha conseguido dar la vuelta a la tortilla y recuperar el liderato de la clasificación provisional ¡en sólo una etapa! Por último, en la categoría de camiones, Janus Van Kasteren se sitúa una vez más a la cabeza de los participantes de su categoría y domina el campeonato, seguido por Martin Macik, mientras que Kees Koolen, defensor del título, está a casi 4 horas del líder.
CON SABOR A CLASSIC
¡Los días empiezan a parecerse en la cima del Classic! La clasificación general no ha cambiado, pero la tendencia empieza a perfilarse con un doble enfrentamiento entre amigos. Para los dos primeros puestos, son los españoles del equipo Moma Raid Juan Morena y Lidia Ruba, por un lado, y Carlos Santaolalla y Aran Sol i Juanola, por otro, quienes siguen luchando, sin variaciones en la jerarquía. Para el tercer puesto del podio, el belga Erik Qvick y su copiloto Jean-Marie Lurquin vieron en sus retrovisores a Dirk Van Rompuy y Christiaan Michel Goris. Esta tripulación del 728 está realizando la mejor operación del día al volver a meterse en el partido con sus compatriotas. Pero para competir con los catalanes, tendrán que emplearse a fondo. Tal vez mañana en una de las pruebas de regularidad, donde se anuncia que la navegación podría dar lugar a diferencias importantes. Sobre el papel, la escuela española, más todoterreno que la belga, parte con ventaja. Continuará mañana en la 8ª etapa.
El piloto salteño Kevin Benavides (KTM del equipo Red Bull) se coronó este domingo campeón del Rally Dakar en Arabia Saudita por segunda vez, tras imponerse en la 14ta. y última etapa de 417 kilómetros (136 de especial) entre Al-Hofuf y Dammam. Kevin había comenzado el día con una desventaja de 12 segundos sobre su coequiper, el australiano Toby Price, a quien finalmente venció por tan solo 43s en la clasificación general.
Benavides, de 34 años, completó el total del recorrido de más de 8.000 kilómetros con un tiempo acumulado de 44h27m20s. Fue escoltado por Price y completó el podio el estadounidense Skyler Howes (Husqvarna Factory Racing) a 05m04s.
En tanto, el hermano menor del campeón, Luciano Benavides (Husqvarna Factory Racing), alcanzó por segunda vez el sexto puesto en la general, algo que ya había conseguido en 2020. Mientras que el mendocino Franco Caimi (Hero Motorsport) finalizó décimo y su hermano Stefano (Bas World KTM) debutó con el puesto 25.
Kevin Benavides es el único sudamericano en ganar el Dakar en motos y en esta oportunidad lo consiguió por segunda vez: la primera había sido en 2021 con Honda.
Palabra de campeón
“Hablé mucho con mi psicólogo y puse la mente en blanco, sin pensar tanto en las posibilidades y sabiendo que podía ser primero, segundo o tercero. En definitiva tenía que hacer mi trabajo, que es manejar lo mejor que se pueda. Por suerte se dio, lo conseguí. Toqué el cielo con las manos nuevamente”.
“No puedo comparar los dos títulos, fueron distintos. El primero fue con Honda, una marca con la que estuve trabajando muchos años, y este es el primero con KTM y eso fue lo que me motivó a hacer el cambio, soy un piloto al que le gusta siempre ir por más, escribir la historia y creo que hoy anoté nuevamente mi nombre en la historia. El 15 de enero de 2023 como había ocurrido el 15 de enero de 2021. Elegí creer y acá estamos”.
“Un saludo para Leo Messi y para toda la Selección Argentina. Creo que su triunfo tuvo mucho que ver, me sentí muy motivado por lo que hizo la Selección, por el desafío de luchar por mi bandera. Por suerte pude ganar en Arabia Saudita y dejar a Argentina en lo más alto del motociclismo a nivel mundial”.
El resto de las categorías
El francés Alexandre Giroud (Yamaha Racing SMX Drag’on) consiguió retener la corona en quads, completando el podio el mendocino Francisco Moreno Flores (Dragon) y el cordobés representante de los Estados Unidos, Pablo Copetti (Del Amo Motorsport). Giroud ganó con amplitud la especialidad y desde el inicio consiguió sacar una ventaja que fue regulando.
Otro piloto que paseó su contundencia por la arena árabe fue el qatarí Nasser Al-Attiyah (Toyota Gazoo Racing), quien se consagró por quinta vez en la división autos. Segundo clasificó el frances Sebastian Loeb (Bahrain Raid Xtreme) y tercero el brasileño Lucas Moraes (Ovedrive Racing).
En el top 10 de autos figuran dos argentinos: Juan Cruz Yacopini (Overdrive), séptimo, y Sebastián Halpern (X-Raid Mini JCW), noveno, y además fue tercero en la etapa final.
En la categoría SSV, el cordobés Jeremías González Ferioli (South Racing Can-Am) finalizó cuarto, consagrándose campeón el polaco Eryk Goczal (Energylandia Rally Team), mientras que completó el total de la competencia y finalizó 16to. el excampeón de Turismo Carretera, Juan Manuel “el Pato” Silva (FN Speed Team).
El argentino Kevin Benavides (Red Bull KTM) obtuvo la decimotercera y penúltima etapa del Rally Dakar 2023 en Arabia Saudita y definirá este domingo la corona en motos con su coequiper el australiano Toby Price (clasificó quiento), quien lidera la general por tan solo 12 segundos.
El salteño, campeón 2021, salió en busca de la victoria este sábado y consiguió el primer parcial del año, recorriendo 675 kilómetros (154 cronometrados) entre las localidades de Shaybah y Al-Hofuf, paralelo al límite con Emiratos Árabes Unidos y Qatar.
De esta manera, Kevin achicó en 2m28s la ventaja y todo se definirá en la última etapa que tendrá un recorrido de 417km. (136 de especial) hasta llegar a Dammam, sobre la costa del Golfo Pérsico.
Por su parte, Luciano Benavides hizo el mejor tiempo del día pero una penalización lo relegó y la victoria pasó al debutante Docherty, pero al final quedó para Kevin cuando la organización decidió reponerle el tiempo perdido por su asistencia al austríaco Mattias Walkner, el otro integrante del equipo Red Bull KTM.
Price fue campeón en 2016 y 2019, ambas con KTM, y Benavides logró con Honda en 2021 lo que hasta el momento es la única conquista de un piloto sudamericano en la división de las dos ruedas.
EN EL PUNTO DE MIRA
El Empty Quarter sigue desvelando su identidad. El inmenso desierto que concentra el grueso de las reservas petrolíferas saudíes está resultando ser un terreno de juego bien particular para los pilotos del rally raid. Las extensiones de dunas descubiertas por el Dakar este año difícilmente encuentran parangón en otros puntos del planeta. Ahora bien, en los 185 km de la especial de hoy los pilotos no se han limitado a surcar con arte y prudencia las dunas, sino que se han topado también con tramos de chotts que invitaban a pisar el acelerador y alcanzar la velocidad punta. Nacho Cornejo ha tirado hoy de los galones adquiridos en las dunas del Atacama en Chile para adjudicarse la victoria del día en motos. En coches, Sébastien Loeb ha vuelto a desenvolverse a las mil maravillas entre las majestuosas montañas de arena, dando sobradas muestras de esa fortaleza que le hace brillar sobre los demás.
El resumen del Etapa 12 presentado por Aramco – #Dakar2023
LO ESENCIAL
Aumenta la presión. Tras un largo reinado de Skyler Howes en la cima de la general, donde ocupó fugazmente el trono un tal Mason Klein, es ahora un viejo zorro quien se hace con la corona del Dakar. Toby Price no arrancó la prueba con especial discreción, pues recordemos que se impuso ya en el prólogo de Sea Camp, pero después se diría que ha avanzado casi a hurtadillas hasta coronarse en lo alto de la general, sin fanfarrias, tras adjudicarse el tercer tiempo en la especial del día. Su reinado no debería peligrar pues se perfila como un piloto de lo más solvente a falta de tres días para la meta final. A Price le corresponde ahora tirar de galones y de sangre fría para hacer una entrada triunfal en Dammam, pues recordemos que adelanta por la mínima -28’’- a Skyler Hower y en 2’40’’ a su compañero de equipo Kevin Benavides. KTM, que lleva sin aupar una moto naranja a lo más alto del podio desde la victoria del propio Price en 2019, saborea ya la victoria. En Honda, celebran hoy el éxito de Cornejo en el camino de vuelta a Shaybah, aunque con el corazón un poco “partío” por el hundimiento de Adrien van Beveren (5º a más de 16 minutos), por mucho que el 4º puesto provisional le corresponda a Pablo Quintanilla, a 14’54’’ del líder. En coches, no hablamos de segundos sino de decenas de minutos, especialmente en el caso del Toyota de Nasser Al Attiyah y Mathieu Baumel, cuya agudeza visual es irreprochable, tal es así que logran distinguir en su retrovisor la silueta de un Hunter de BRX, cronometrado a 1h27’. Sébastien Loeb ha encontrado la forma de adjudicarse el segundo puesto de la general (ver “El dato”). Gracias a su sexta victoria de etapa este año, adelanta a Lucas Moraes, que ocupa en estos momentos el tercer puesto de la clasificación en su primera inclusión en el Dakar…. Le sobran sin duda los motivos al brasileño para organizar una fiesta a ritmo de samba y bien regada por caipirinhas a su regreso a Río si logra mantenerse en el podio de aquí al domingo. En T3, Austin Jones ha puesto rumbo a Dammam con la misma tranquilidad que Nasser Al Attiyah, esa tranquilidad que le brinda su más de una hora de ventaja sobre su compañero de equipo Seth Quintero. Alexandre Giroud también rueda concentrado en defender su título gracias a sus 59 minutos de margen. En T4, en cambio, hay un duelo pendiente entre Eryk Goczał y Rokas Baciuška. El campeón del mundo lituano ha ampliado su renta en la general a 8 minutos, pero el último miembro de la familia polaca todavía tiene opciones de seguir el ejemplo de su tío Michał, ganador de la especial del día (ver La actuación del día). En camiones, el líder de la general ha aprovechado la etapa para distanciarse de Martin van den Brink. En el duelo neerlandés, el piloto del Team De Rooy ha marcado quizás puntos decisivos pues mira al horizonte del Golfo Arábigo con 33 minutos de ventaja.
Tras cosechar ocho victorias de etapa entre los dos el año pasado, Marek y Michał ya habían demostrado que el clan Goczał no participaba en el rally solo para figurar, aunque algunos pequeños errores les privaron del podio final. Este año, de cara a la 45ª edición el Dakar, volvían con la firme intención de brillar y suceder a Austin Jones en el trono de los SSV. Para aumentar sus opciones, decidieron reclutar a otro miembro de la familia, el joven Eryk, hijo de Marek. Y lo cierto es que al joven solo le hicieron falta dos especiales para triunfar y convertirse en el ganador de etapa más joven de la historia del Dakar, un honor que le correspondía hasta el momento a Seth Quintero. Marek se impuso el día siguiente y los dos polacos se han convertido enseguida en los dos grandes rivales de Rokas Baciuška en la pugna por el título. Michał, en cambio, ha vivido una carrera plagada de sobresaltos. Tras perseguirle la mala suerte, su sed de victoria le ha llevado a adjudicarse al fin su primer scratch del año. No son uno, ni dos, sino tres los Goczał que han alcanzado el peldaño más alto del podio en este 45º Dakar, algo nunca visto. ¿Será que el viernes 13 es el día de la buena suerte en Polonia?
UN DURO REVÉS
Había muchas expectativas puestas en Mason Klein en su segundo Dakar. Mejor rookie en 2022 gracias a un más que meritorio 9º puesto con tan solo 20 primaveras. En sus inicios en RallyGP este año, el piloto privado del equipo BAS World KTM Racing, niño bonito de los austriacos, Klein empezó pisando fuerte al hacerse con las riendas de la general en la primera etapa. Algunos detectaron ya bajo sus radares un ovni dispuesto a desafiar todas las estadísticas de precocidad en la prueba. En la jornada de descanso, el pipiolo ya era 3º en la general. Quienes sólo habían visto en el fenómeno un cometa empezaron a enfocar mejor sus telescopios. Sin embargo, el inicio de la segunda semana de competición hizo aterrizar de golpe al joven prodigio. Literalmente, pues Mason daba con sus huesos en el suelo no una sino dos veces durante la etapa 9. La llegada al Empty Quarter en cambio se desarrolló con normalidad el día siguiente, pero desde hace dos días Mason vive altibajos comparables a la tipología de las dunas, esas que son todo un martirio para el cuerpo y, más concretamente, para el cuello. En un control por radio al vivac en la meta de la etapa maratón nada hizo sospechar que le pasara algo, pero el océano de arena engulló al número 9 hasta las profundidades de la 42ª posición. Esta noche, Klein ocupa la 10ª posición de la general y ha decidido afrontar mañana un nuevo mar de dunas pese al temporal que se avecina en el camino hacia el Golfo Arábigo. Sin duda, el primer gran frenazo a una ascensión meteórica.Todas las reacciones
EL DATO: 5
Que Sébastien Loeb tiene una gran fortaleza no es ningún secreto. Evidente también es lo difícil que resulta plantarle cara al nonacampeón del mundo de rallies en términos de velocidad. Cuando el viento sopla a su favor, el piloto de BRX es inalcanzable. Dicho esto, el francés también es conocido por pecar en ocasiones de avaricioso, forzando la máquina más de lo necesario. Pero este año hay algo nuevo que conviene destacar. Se trata de la actuación impecable del dúo Loeb-Lurquin, que les ha llevado a coronarse cinco días seguidos (con la jornada de descanso de Riyadh de por medio, bien es cierto), un récord solo ostentado hasta el momento por Ari Vatanen en el Dakar de 1989. A estas cinco victorias de etapa consecutivas el francés suma una sexta en la presente edición, elevando su marcador particular a 22 especiales, una colección que arrancó en 2016 y que le coloca ya por delante de Pierre Lartigue. Tras abrir pista hoy, Loeb ha ido dejando atrás a sus adversarios, con Mattias Ekström, a más de tres minutos, como el más fiero rival. El equipo del Hunter # 201 ha necesitado algo más de 1h56’ a una velocidad media de 95 km/h para cruzar la meta final, o lo que es lo mismo, 9 km/h más que su “presa” del día, Lucas Moraes, a quien le ha arrebatado de paso el segundo puesto de la general.
W2RC: De nada sirve correr…
Sébastien Loeb iguala hoy el récord de victorias de etapa consecutivas de Ari Vatanen (ver El dato), algo que le lleva a colocarse a 1 punto de Nasser Al Attiyah en la clasificación del W2RC… a falta de dos etapas para el final. Mañana, el francés podría batir el récord del finlandés y escribir una nueva página en la historia del Dakar. Sería para el francés una forma de saldar sus cuentas con Nasser Al Attiyah en el campeonato del mundo. “De nada sirve correr, lo que conviene es partir a tiempo”, decía la famosa fábula de Jean de la Fontaine, esa que estudian todos los chavales franceses en la escuela. Loeb parece dispuesto a aplicarse el cuento al pie de la letra, aunque en su caso más que partir “a tiempo” lo que busca es partir… ¡con puntos!
CON SABOR A CLASSIC
En 1984, durante la 5ª edición del París-Dakar, Porsche fue el primer fabricante en desarrollar un vehículo específicamente para aspirar a la victoria: se trata del mítico 911 tipo 953. En total, se inscribieron tres vehículos: dos para pelear por la victoria con Ickx y Metge al volante y un tercero para brindar asistencia rápida en la pista con el ingeniero Roland Kussmaul al mando. En el Dakar Classic, encontramos una réplica del Porsche que se proclamó ganador en el seno del equipo Logistic Rallye. Y también un segundo Porsche inspirado en el Martini de los años del East Safari, el icónico molde del modelo 953. Y, junto a ellos, un Peugeot 504, un Cox y un buggy Strakit. ¿Cuál es el denominador común del equipo, se preguntarán? ¡Las dos ruedas motrices! Como en los años dorados, Rudy Verdaguer, director de la escudería francesa, también se ha inscrito en carrera al volante de un vehículo de asistencia rápida. Se trata de un 4×4 pensado para asistir a quienes necesiten un capote. Y no es un 4×4 cualquiera. Se trata de una VW Transporter T3, conocida comúnmente como “Combi” y perfectamente alineada con el espíritu y los gustos personales del equipo. El favorito de los “beatniks” de los primeros años del París-Dakar se ha convertido en el favorito de esta 3ª edición del Dakar Classic. Curioso, ¿verdad?