POR CIRILO DE PINTO. “La vida te da sorpresas, sorpresas te da la vida”, dice la canción Pedro Navaja que universalizó el panameno Rubén Blades. La frase le cabe justo al piloto Francés Pierre Gasly, por todo lo vivido a lo largo de la temporada de la Fórmula 1 que está llegando a su fin.
Comenzó el año como piloto 2 de Red Bull junto al holandés Max Verstappen. Hizo 12 carreras con escasos resultados positivos, lo que generó que de un plumazo lo bajará de la butaca el doctor Helmut Marko, y lo regresara a Toro Roso. Como si fuera poco el castigo, el influyente hombre de Red Bull hizo un enroque con el tailandés Alex Albon que, sin querer queriendo, apareció en la principal escudería austríaca, en parte por mérito propio pero sobre todo beneficiado por el castigo propinado a Gasly.
El día del regreso a Toro Roso, en el Gran Premio de Bélgica, ocurrió la muerte de su amigo Anthoine Hubert, quien se accidentó en una de las carreras preliminares de la F1 en el bravo circuito de Spa. Un fin de semana negro para el automovilismo, mucho más para Gasly, por el vinculo afectivo que lo unía desde niño a “Tonio”, con quien compartió parte de su carrera automovilistica en los inicios del karting.
Pero hay hombres que son duros, que saben asumir los golpes, que se levantan y buscan recuperarse lo antes posible. Eso también vivió este año el francés.
La gran carrera protagonizada este fin de semana en Brasil, muestra que, más allá de la dosis de suerte con la que contó, su buen trabajo le permitió finalizar segundo, detrás de Verstappen, y con un sprint final escalofriante que le ganó nada menos que al séxtuple campeón mundial.
Fue un GP extraordinario, con once vueltas finales en las que pasó de todo. Los sorpasos del holandés con Hamilton, el increible toque entre las dos Ferrari y el de Lewis con Albon, y muchas cosas más. Pero si hubo algo que emocionó a todos fue el segundo escalón del podio que consiguió Gasly. Primer podio en su carrera dentro de la F1, demostrando además que la máxima categoría del automovilismo mundial es implacable a la hora de castigar pero también puede ser grandiosa cuando llega el momento de festejar.
Un ejemplo de caída y recuperación en medio de una misma temporada. El tiempo dira si el segundo puesto en Brasil fue flor de un día o si se trata del inicio de la resurección de Gasly.
TEXTO: TUERCAS EN RED
FOTO: FORMULA1.COM