Para el automovilismo mundial y para buena parte de Gran Bretaña, este domingo de Pascua tendrá por siempre una marca en el calendario: en las primeras horas del día, en medio de un mundo abrumado por una pandemia y una isla británica de la que no se salvó del coronavirus ni siquiera su Primer Ministro, murió a los 90 años, uno de los grandes pilotos de la Fórmula 1, Stirling Moss.
Su esposa Susie, quien estuvo a su lado hasta último momento, le dijo al medio británico Daily Mail que “cerró los ojos en la mañana de Pascua. Lucía maravilloso, simplemente se cansó al final y cerró sus hermosos ojos, eso fue todo”.
Conocido a menudo como el mejor piloto que nunca ganó el campeonato mundial, Moss participó en 66 Grandes Premios entre 1951 y 1961, conduciendo para escuderías como Vanwall, Maserati y Mercedes, construyendo un vínculo afectivo y efectivo en las pistas con el gran Juan Manuel Fangio
Moss dejó números sorprendentes en la Fórmula 1 con 16 victorias, 24 podios, 16 poles y 19 vueltas rápidas, y muchos amantes de la competencia motor más importante del mundo aun cuestionan el sistema de puntos que hicieron que el londinense, pese a su buena manera de pilotar, no haya conseguido un título a lo largo de su carrera.
Tambien es cierto que tuvo que sufrir como contemporáneo al quíntuple, ´el Chueco´ Fangio.
Moss ganó grandes carreras, como las de 1961 en Mónaco y Alemania, considerados clásicos de todos los tiempos.
Después de sufrir un brutal accidente en 1962 mientras disputada el circuito inglés de Goodwood, el corredor inglés se dio cuenta que su rendimiento no era el que solía tener y que su habilidad al volante había disminuido, así decidió su retiro. Por ese desafortunado choque, pasó un mes en coma y estuvo seis meses en rehabilitación con el lado izquierdo de su cuerpo prácticamente paralizado. En total, Moss ganó 194 de las 497 carreras que disputó en todas las categorías entre 1948 y 1962.
En 2006, La Federación Internacional de automovilismo (FIA), le concedió la medalla de oro, al considerarle como el mejor piloto de la historia de esta categoría que nunca ganó un campeonato.
Moss también era un conductor de autos deportivos muy respetado, y ganó el famoso Mille Miglia de 1955 en las vías públicas para Mercedes a una velocidad promedio de casi 100 mph, mientras que también compitió en manifestaciones e intentos de velocidad en tierra.
Después de un retiro forzoso de las carreras (salvo un breve regreso en los autos de salón en la década de 1980) después de un gran accidente en Goodwood en 1962, Moss mantuvo su presencia en la Fórmula 1 como corresponsal deportivo y como observador interesado, antes de retirarse de la vida pública en Enero de 2018.
Había nacido el 17 de septiembre de 1929 en West Kensington, Londres, Reino Unido y se fue de este mundo a los 90 años de edad. QEPD.
FUENTE Y FOTO: FORMULA1.COM