POR CIRILO DE PINTO.- Fue un fin de semana a toda información. Mucho trabajo para las redacciones periodísticas.
El sábado 28 de marzo en Soweto, Sudáfrica, Santos ´Falucho´ Laciar se coronaba campeón mundial de peso mosca al noquear en el séptimo round a Peter Mathebula. El domingo 29 asumía la Presidencia de la Nación, Roberto Eduardo Viola, en reemplazo de Jorge Rafael Videla, continuando con la cruenta dictadura. Mientras que el lunes 30, el presidente de los Estados Unidos, Ronald Reagan, era baleado por un fanático, a la salida de un hotel en Washington.
En medio de todo esa vorágine informativa, ese mismo domingo en Brasil se corrió el gran premio de Fórmula 1, bajo una tórrida lluvia. Por esos tiempos, Argentina seguía muy de cerca cada transmisión televisiva de la máxima categoría del automovilismo mundial, ya que Carlos Alberto Reutemann, el ´Lole´, era uno de los pilotos de punta con chance de pelear el campeonato. En esta oportunidad, conduciendo el Williams número 2, teniendo como ´compañero´ de equipo al australiano Alan Jones.
El carioca Nélson Piquet había conseguido la pole con un Brabham BT49 C, seguido de Reutemann, el campeón mundial Jones, y el italiano Ricardo Patrese con un Arrows.
Lo dicho. Se largó con lluvia la carrera de 78 vueltas en el ya desaparecido autódromo de Jacarepaguá, en Río de Janeiro. Piquet se equivocó y largó con gomas lisas, por ese motivo Reutemann rápidamente lo superó y tomó la punta. La carrera fue transitando y el piloto santafesino fue escoltado por su coequiper Jones, que era el piloto número uno para la escudería.
Por ese motivo, faltando siete vueltas, desde el box del equipo británico se mostró un cartel con la leyenda: ´Jones – Reut´. El mensaje era para ´Lole´, para que se dejara superar por el australiano, pese a que la ventaja oscilaba entre los 3 y los 8 segundos. En uno de los mayores actos de rebeldía de Reutemann en la Fórmula 1, no hizo caso, siguió acelerando, y ganó la carrera.
Tras la bandera a cuadros, las autoridades del equipo le preguntaron a Reutemann porqué no había aceptado la orden. Fiel a su estilo de hombre con pocas palabras, dijo: “no vi el cartel”. Ante esto, Jones enojado se fue a su motorhome, se sacó el buzo y las botitas, se cambió, y no concurrió al podio para los festejos. ¡Escándalo!
“Cuando llegamos a boxes con (el relator) Héctor (Acosta) lo vimos a Carlos con cara de preocupación. Era muy tenso el clima que se respiraba en el box de Williams y optamos por no preguntar nada. Ahí nos dimos cuenta de que ´Lole´ iba a sufrir las consecuencias. Antes de tomar el bolso y marcharse hacia el hotel, Reutemann apenas nos musitó que no había visto el cartel. Nada más. Y ni siquiera esbozó una sonrisa para los fotógrafos cuando se iba del circuito”, le recordó a Télam el periodista Raúl Barceló, testigo de aquella jornada.
Reutemann jamás se arrepintió de su actitud. No acatar la orden del cartel terminó siendo un castigo para Reutemann, que en la última fecha de la temporada perdería el campeonato con Piquet en Las Vegas. Reutemann ese día no pudo sumar puntos.
Williams no atendería a ´Lole´ como lo hacía con Jones en lo que restaba de la temporada. Y eso sería letal para sus aspiraciones de campeón.
Ese hecho de rebeldía, del que se cumplen 40 años, quedó como uno de sus mayores logros para los aficionados argentinos, y como una de sus victorias más emblemáticas.